Sobre las convenciones sociales

No es adecuado arriesgarse sin pensar, aunque la mente sea clara.
No es adecuado hablar de un sentimiento antes de que pase un tiempo prudencial.
No es adecuado precipitarse sin haber medido las consecuencias.
No es adecuado sentir, emocionarse, ni permitirse ser quien se desea.

En nuestro mundo las convenciones son tan rígidas como caminar descalzo en invierno, reírse a carcajadas en cualquier lugar y en cualquier momento, no medir los tiempos en relojes, ni las noches por tiempo de descanso.

Nuestra convención es solo saber volar, con los pies en la tierra.

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